Para asegurar la convergencia del déficit fiscal hacia la meta del 1% del producto bruto interno (PBI), sin afectar el nivel que requiere la provisión de servicios e infraestructura pública de calidad, será imprescindible incrementar los ingresos fiscales de forma permanente.
En los ingresos, la estrategia estará dirigida a incrementar los ingresos estructurales mediante la adopción de medidas que reduzcan la evasión tributaria tanto local como la generada en el extranjero, así como otras que amplíen la base tributaria.
Este avance se realizará sin vulnerar los principios de suficiencia, eficiencia, equidad, neutralidad y simplicidad del sistema tributario y procurando reducir el costo de cumplimiento.
Las medidas incluyen la masificación del uso de los comprobantes de pago y libros electrónicos; la adaptación del sistema de fiscalización internacional según estándares y recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); y la sustitución consensuada de los beneficios tributarios poco efectivos por otras políticas de gasto mejor focalizado.
Parte de estas medidas se adoptarán como parte de la delegación de facultades legislativas que otorgó el Congreso de la República al Poder Ejecutivo en julio del presente año.
Por lo tanto, en un contexto de implementación de medidas tributarias, el MEF prevé que los ingresos fiscales aumenten de 19% a 20.6% del PBI entre el 2018 y el 2022. Esas medidas están orientadas a combatir la evasión y elusión de impuestos.